Escenografía es una palabra compuesta por dos términos que el transcurso del tiempo mantiene unidos a pura prepotencia y que apunta a definir la concepción del espacio de acción como gráfica de escena, en el deseo de que esa afirmación sea capaz de simplificarlo en meramente ilustrativo.
En nuestra época, gráfica y escena tienen poco en común, salvo cuando eso se refiere a la escritura o a la imprenta con la que se publicita una obra o un espectáculo.
En los últimos cuarenta años, la gráfica, un elemento netamente estático ha dejado de tener que ver directamente con la escena.
Hasta hace cuatro décadas era difícil pensar que la tecnología electrónica podría encontrarse y ser absolutamente natural hasta en el supermercado de la esquina.
Cualquiera de nosostros voluntaria o involuntariamente, conciente e inconcientemente absorve miles de imágenes mediáticas a diario que hacen que hoy, ilustrar o reproducir arquitecturas u objetos imitando materiales a través de la pintura, insistir con la cartapesta o poner un marco solo para indicar una puerta, nos impidan la emoción y el contacto con la obra más allá del pasatiempo, porque salvo que se trate de un realismo cinematográfico o una única propuesta, nuestra imágen del mundo es otra.
En la actualidad un "campo de juego" para una acción requiere que aquellos que concebirán ese campo, sepan crear y relatarnos el mundo en que la historia tendrá lugar, pero también el límite entre escena y mundo, sin falsas ilusiones o esperanzas, lejos del espectáculo ilusionista de un programa televisivo.
Se trata además de una acción en vivo, para el que todo espacio es válido. Una idea siempre tiene una mejor forma de ser contada sea en un espacio a la italiana, circular o no convencional, el sitio en el que transcurre la acción a pesar de los mitos, no tiene ninguna relación ni con su contemporaneidad, ni con su carácter experimental. El arte es siempre experimental ocurra donde ocurra y la conmtemporaneidad no la dan ni un telón ni una fábrica o lo que sea, sino el tema y el suceso.
Se trata además de una acción en vivo, para el que todo espacio es válido. Una idea siempre tiene una mejor forma de ser contada sea en un espacio a la italiana, circular o no convencional, el sitio en el que transcurre la acción a pesar de los mitos, no tiene ninguna relación ni con su contemporaneidad, ni con su carácter experimental. El arte es siempre experimental ocurra donde ocurra y la conmtemporaneidad no la dan ni un telón ni una fábrica o lo que sea, sino el tema y el suceso.
Nuestro entorno diario no tiene maquillajes ni procesamiento y ese lenguaje estético es justamente en el que nuestras emociones excursionan e incursionan.
La trama habla por sí sola y hablarle encima y al mismo tiempo, sólo la confunde y silencia.
En principio, un
espacio, sea el que sea, siempre está vacío.La trama habla por sí sola y hablarle encima y al mismo tiempo, sólo la confunde y silencia.
Probablemente, el por qué muchos creadores de espacios escénicos y directores de escena siguen creyendo que el lugar de la acción debe estar atestado de objetos, utilería o propuestas y deba modificarse cada media hora, cambiando elementos de lugar, haciéndolos aparecer o desaparecer, proyectándoles encima, arriba o al costado, o iluminándolos de tantos colores como sea posible, no sea nada más que un malentendido.
Este exceso visto generalmente en los teatros subvencionados es el otro extremo pero idéntico al que ofrece el minimalismo obligado por falta de medios de los grupos independientes, en el que el criterio suele ser lo que se necesita pero que ignora la creación de un mundo posible para la obra.
Una mesa
vacía sobre la que únicamente hay un huevo duro, primero que nada es una
naturaleza muerta y no de inmediato simplemente lo que se necesita, una abstracción, un símbolo o una manifestación
informal y mínima. Una mesa de ping-pong sobre la que descansa una paleta, se
trata de algo muy concreto en una estrecha relación entre objeto y soporte
para la que no se requiere nada más que eso.
Un espacio escénico recién se va a poblar con aquello que ocurrirá en él
y cuanto más vacío esté, mucho mejor
puede uno concentrarse en aquello que hace quien accione. Como espectador, tener que empezar a buscar imágenes casi arqueológicamente
de entre objetos, proyecciones, muebles y hasta simbolismos requiere de un esfuerzo que sólo agobia y desorienta. La precisión de objetos plazados en el espacio permite generar las energías más extremas y respetar el impulso del actor.
En una sociedad absolutamente mediática como la nuestra, que guarda imágenes de prácticamente toda la historia de la humanidad en su memoria porque a través de la pantalla ha podido ver y escuchar dinosaurios, guerras, civilizaciones extinguidas y hasta tiene en su recuerdo visual la superficie de otros planetas, ni siquiera pueden provocar ternura los efectos escénicos de niebla.
Cuando algo se cuenta en demasía, deja de estar presente.
En una puesta en escena o en una acción, aquello que se cuenta no depende en lo más mínimo de cuánto se cuenta en espacio, gesto y movimiento sino de cómo se cuenta, es decir, del lenguaje estético y escénico a través de los cuales se relata.
El espectador se distrae indefectiblemente si alguien desde el escenario le habla sin pausa o aturde a mensajes y símbolos.
Actualizando la frase de Alfred Hitchcock, hoy se puede decir que si uno tiene un mensaje para mandar lo mejor es que use el mail o envíe un SMS.
En una sociedad absolutamente mediática como la nuestra, que guarda imágenes de prácticamente toda la historia de la humanidad en su memoria porque a través de la pantalla ha podido ver y escuchar dinosaurios, guerras, civilizaciones extinguidas y hasta tiene en su recuerdo visual la superficie de otros planetas, ni siquiera pueden provocar ternura los efectos escénicos de niebla.
Cuando algo se cuenta en demasía, deja de estar presente.
En una puesta en escena o en una acción, aquello que se cuenta no depende en lo más mínimo de cuánto se cuenta en espacio, gesto y movimiento sino de cómo se cuenta, es decir, del lenguaje estético y escénico a través de los cuales se relata.
El espectador se distrae indefectiblemente si alguien desde el escenario le habla sin pausa o aturde a mensajes y símbolos.
Actualizando la frase de Alfred Hitchcock, hoy se puede decir que si uno tiene un mensaje para mandar lo mejor es que use el mail o envíe un SMS.
"Hamlet"
Muchos sostienen la risueña
idea de que el espacio escénico es el lugar donde se fusionan todas las disciplinas
del arte ignorando así su lenguaje propio.
Tal vez sea este el punto desde donde crecen todos los malentendidos, porque claro, si uno se esmera en demostrar esa fusión, la acción y los actores terminan sobrando.
En realidad, sólo es posible establecer una analogía con la pintura, en el sentido de que lejos de realismos o abstracciones, en esencia se trata de crear un profundo efecto emocional sobre una superficie imaginaria, a veces enmarcada.
La imágen es superficie, igual que una hoja de papel sobre la que existen y se desplazan letras, notas y dibujos que crean espacios, invisibles los más y convocan al espectador a dar una mirada en el espejo.
La frontera entre la escena
y el espectador, está delimitada por el transcurso del tiempo, no por la
arquitectura. De esta manera, la acción es la única capaz de transitar, traspasar y derrumbar esa frontera. Este fenómeno, es decir, el espacio escénico como superficie que
nos espeja, es el que posibilita sacar a la luz el espacio del
pensamiento, el del espectador, claro.Tal vez sea este el punto desde donde crecen todos los malentendidos, porque claro, si uno se esmera en demostrar esa fusión, la acción y los actores terminan sobrando.
En realidad, sólo es posible establecer una analogía con la pintura, en el sentido de que lejos de realismos o abstracciones, en esencia se trata de crear un profundo efecto emocional sobre una superficie imaginaria, a veces enmarcada.
La imágen es superficie, igual que una hoja de papel sobre la que existen y se desplazan letras, notas y dibujos que crean espacios, invisibles los más y convocan al espectador a dar una mirada en el espejo.