El Teatro Argentino de La Plata se encuentra en
conflicto.
Existen varias posturas diferentes entre quienes
trabajan dentro de él, coincidiendo todas en reclamar luego de 15 años que
finalmente se fijen e implementen los planteles y estructuras que deberían
darle transparencia y organizar expeditivamente el funcionamiento de ese Centro
de las Artes, como también el pago inmediato a los trabajadores a los que se
les adeudan meses de trabajo cumplido y la puesta en valor de los contratos que
corresponden a quienes ganaron concursos para acceder a puestos de trabajo, demandas indiscutibles.
La protesta conocida dada su difusión en los medios
locales, es la de los cuerpos artísticos que se nuclea tras la consigna: “están vaciando al Teatro Argentino de La
Plata”.
De acuerdo, pero…quién? Quiénes?
Creemos que esa es hoy la discusión esencial, de la
que debieran surgir las soluciones. Si sólo se discute lo inmediato y sin
analizar las causas en su totalidad, los resultados que se obtengan sólo serán personales,
de corto alcance y plazo y los conflictos del conjunto y la comunidad
continuarán repitiéndose, sucediéndose con regularidad.
Quién vacía un teatro entonces?
La administración? Las administraciones? La política?
Los sindicatos? El nepotismo? La corrupción? Los arquitectos? Los espectadores?
Los abogados? La prensa? Nadie más?...
Esta discusión central debería ser eje para todos
aquellos que trabajan en arte y gestan cultura cuando deciden la construcción
de lo que podría llamarse el vaciamiento
cero y emplazan un monstruo de cemento jamás terminado de construir, que se
deteriora mes a mes, y que su sala lírica de 2300 localidades son imposibles de
llenar en más de 3 funciones de un mismo espectáculo lírico.
Como algunas otras reparticiones públicas del país, el
TA tiene un exceso de puestos de trabajo, un sobrecargo, que guste o no, es
real, ignorarlo o disimular su existencia nos llevaría a análisis erróneos y
por lo tanto a desacertadas soluciones definitivas. Los sueldos, porque cada
uno de ellos sale de un presupuesto concreto, infieren directamente en el
presupuesto de cualquier institución, tanto para el mantenimiento como para la
producción, lo que sin dudas también resulta un vaciamiento. Entonces, cuándo
hay oportunidades de trabajo, por qué llamar a familiares, amigos y a pagos de favores varios antes que priorizar
a aquellos otros artistas o técnicos que tienen los mismos derechos de acceder
a ese puesto de trabajo que el familiar, la conocida o el amigovio?
Aumento de presupuesto, sí, sí, claro! quién va a
pedir que se reduzcan los ya exiguos fondos que se destinan a la cultura
bonaerense? …pero para qué?
Ni despidos, ni demagogia, ni
recortes, ni ceguera resuelven el problema. Por lo tanto, qué hacer para lograr que el conjunto
de los trabajadores artísticos, técnicos y administrativos, sean cuantos sean,
formen parte activa de la producción y el funcionamiento del TA?
Definir planteles y estructura tiene sentido y suma,
si esta medida imprescindible se acompaña discutiendo cuál es la función de un centro de arte con estructura y planteles. Sólo
así se lograría racionalidad en el contenido y el sentido del teatro, de
aquello que genera en la cultura y en el arte.
Qué producción artística anual en favor de la
comunidad debiera tener un centro de las artes que alberga mil doscientos trabajadores?
Cuando discutamos y coincidamos en esto, tendríamos
que pensar entonces, por qué el Estado debería garantizarle, para siempre, el
lugar de trabajo a los mismos artistas? y los otros?... Entonces, a quiénes se
tendría que contratar? a los mejores? a los jóvenes? a los maestros? a los
amigos? a los familiares? a quiénes? Cuánto vale un artista? un cantante, un
músico o un bailarín? un administrativo o un técnico? cuánto? por qué lo valen?
Qué deja un trabajador de la cultura a la sociedad? Tiene que ganar lo mismo
que un maestro? Más? Menos? Por?
Cuál debiera ser la función de un teatro lírico para
la sociedad y cuál su grado de inserción en ella? Qué es lo que le propone a
partir del armado de sus temporadas? Cuál debiera ser la estética tanto en
contenido como en forma de su oferta artística en favor de la sociedad que lo
sostiene y de la cultura que debe expresar? …Y en este sentido, las reposiciones,
que jamás son gratis, solucionan la falta de presupuesto? Y en qué medida y con
qué criterio esas reposiciones responderían a esa idea y concepto inicial?
representan un avance o retroceso? Representar la repetición de la repetición
de un repertorio repetitivo suma o resta? Y si hablamos de arte, el arte es
siempre crear de cero, no repetir lo que ya fue hecho.
Y finalmente volvemos a la pregunta: cuál es la función de un centro de arte con
estructura y planteles?.
Luchar por lo inmediato y los efectos sin analizar la/s
causa/s y los objetivos que las sustentan, simplifica los problemas y posterga las
definiciones imprescindibles que debemos darle a la comunidad. En el siglo XXI,
nuestro país y la cultura nacional requieren mucho más que planteos indeterminados.
Incluso en las protestas, debemos tener honestidad, valentía
y apertura para iniciar cambios y replanteos. A favor del disenso.