lunes, 22 de julio de 2013

aporte TAE a la discusión sobre el conflicto en el TA



El Teatro Argentino de La Plata se encuentra en conflicto.

Existen varias posturas diferentes entre quienes trabajan dentro de él, coincidiendo todas en reclamar luego de 15 años que finalmente se fijen e implementen los planteles y estructuras que deberían darle transparencia y organizar expeditivamente el funcionamiento de ese Centro de las Artes, como también el pago inmediato a los trabajadores a los que se les adeudan meses de trabajo cumplido y la puesta en valor de los contratos que corresponden a quienes ganaron concursos para acceder a puestos de trabajo, demandas indiscutibles.

La protesta conocida dada su difusión en los medios locales, es la de los cuerpos artísticos que se nuclea tras la consigna: “están vaciando al Teatro Argentino de La Plata”.

De acuerdo, pero…quién?  Quiénes?

Creemos que esa es hoy la discusión esencial, de la que debieran surgir las soluciones. Si sólo se discute lo inmediato y sin analizar las causas en su totalidad, los resultados que se obtengan sólo serán personales, de corto alcance y plazo y los conflictos del conjunto y la comunidad continuarán repitiéndose, sucediéndose con regularidad.

Quién vacía un teatro entonces?

La administración? Las administraciones? La política? Los sindicatos? El nepotismo? La corrupción? Los arquitectos? Los espectadores? Los abogados? La prensa? Nadie más?...

Esta discusión central debería ser eje para todos aquellos que trabajan en arte y gestan cultura cuando deciden la construcción de lo que podría llamarse el vaciamiento cero y emplazan un monstruo de cemento jamás terminado de construir, que se deteriora mes a mes, y que su sala lírica de 2300 localidades son imposibles de llenar en más de 3 funciones de un mismo espectáculo lírico.

Como algunas otras reparticiones públicas del país, el TA tiene un exceso de puestos de trabajo, un sobrecargo, que guste o no, es real, ignorarlo o disimular su existencia nos llevaría a análisis erróneos y por lo tanto a desacertadas soluciones definitivas. Los sueldos, porque cada uno de ellos sale de un presupuesto concreto, infieren directamente en el presupuesto de cualquier institución, tanto para el mantenimiento como para la producción, lo que sin dudas también resulta un vaciamiento. Entonces, cuándo hay oportunidades de trabajo, por qué llamar a familiares, amigos y  a pagos de favores varios antes que priorizar a aquellos otros artistas o técnicos que tienen los mismos derechos de acceder a ese puesto de trabajo que el familiar, la conocida o el amigovio?

Aumento de presupuesto, sí, sí, claro! quién va a pedir que se reduzcan los ya exiguos fondos que se destinan a la cultura bonaerense? …pero para qué?

Ni despidos, ni demagogia, ni recortes, ni ceguera resuelven el problema. Por lo tanto, qué hacer para lograr que el conjunto de los trabajadores artísticos, técnicos y administrativos, sean cuantos sean, formen parte activa de la producción y el funcionamiento del TA?

Definir planteles y estructura tiene sentido y suma, si esta medida imprescindible se acompaña discutiendo cuál es la función de un centro de arte con estructura y planteles. Sólo así se lograría racionalidad en el contenido y el sentido del teatro, de aquello que genera en la cultura y en el arte.

Qué producción artística anual en favor de la comunidad debiera tener un centro de las artes que alberga mil doscientos trabajadores?

Cuando discutamos y coincidamos en esto, tendríamos que pensar entonces, por qué el Estado debería garantizarle, para siempre, el lugar de trabajo a los mismos artistas? y los otros?... Entonces, a quiénes se tendría que contratar? a los mejores? a los jóvenes? a los maestros? a los amigos? a los familiares? a quiénes? Cuánto vale un artista? un cantante, un músico o un bailarín? un administrativo o un técnico? cuánto? por qué lo valen? Qué deja un trabajador de la cultura a la sociedad? Tiene que ganar lo mismo que un maestro? Más? Menos? Por?

Cuál debiera ser la función de un teatro lírico para la sociedad y cuál su grado de inserción en ella? Qué es lo que le propone a partir del armado de sus temporadas? Cuál debiera ser la estética tanto en contenido como en forma de su oferta artística en favor de la sociedad que lo sostiene y de la cultura que debe expresar? …Y en este sentido, las reposiciones, que jamás son gratis, solucionan la falta de presupuesto? Y en qué medida y con qué criterio esas reposiciones responderían a esa idea y concepto inicial? representan un avance o retroceso? Representar la repetición de la repetición de un repertorio repetitivo suma o resta? Y si hablamos de arte, el arte es siempre crear de cero, no repetir lo que ya fue hecho.

Y finalmente volvemos a la pregunta: cuál es la función de un centro de arte con estructura y planteles?.

Luchar por lo inmediato y los efectos sin analizar la/s causa/s y los objetivos que las sustentan, simplifica los problemas y posterga las definiciones imprescindibles que debemos darle a la comunidad. En el siglo XXI, nuestro país y la cultura nacional requieren mucho más que planteos indeterminados.

Incluso en las protestas, debemos tener honestidad, valentía y apertura para iniciar cambios y replanteos. A favor del disenso.